En ocasiones, tenemos un estado de ánimo y adoptamos una manera de ver las cosas, como si nos convirtiéramos en figuras de miniatura que miran todo a ras del suelo, apreciando los problemas como exageradamente grandes y sus soluciones con una enorme lejanía, a las que es complicado llegar. Aunque no siempre la realidad es como nos parece en esos momentos, y posiblemente, nuestra visión cambie con un poco de ayuda, cierta dosis de optimismo y algo de decisión.
El no afrontar las dificultades de inmediato, puede ser conveniente para relativizarlas y focalizar mejor la forma de resolverlas. Pero suele ocurrir que dilatar excesivamente ese tiempo, contribuye a agravarlas más, con una solución más difícil y compleja, o incluso imposible. Pero lo peor, es que puede generarnos una sensación de incapacidad y de inferioridad personal, que influya negativamente en cómo nos vemos a nosotros mismos y en nuestra manera de vivir la vida.
Texto: Manolo Torres
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Unas fotografías de gran belleza...Preciosas.
ResponderEliminarEs cierto; como dice la expresión española "Coger el toro por los cuernos"...Hay que echar valor y solventar los desarreglos lo más puntualmente posible para no recaer en contradicción de emociones y de sentimientos, hacia los demás y hacia nosotros mismos.
Un abrazo, Manolo.
Hola, preciosas imágenes y ¡Maravillosa reflexión! Es algo que deberíamos tener presente y así las relaciones no serian tan difíciles, lo triste de esta historia es que quizás otros se aprovechan de nuestros sentimientos o debilidades "como dicen ellos" sí todos pensáramos un poquito el mundo sería mejor, o no, en todo caso sería menos soberbio y orgullo, dos feos defectos muy humanos, pero feos.
ResponderEliminarUn saludo desde BCN
Una imagen vale más que mil palabras, pero como enamorado de la palabra, pienso también lo contrario. En tu caso, esas imágenes son una verdadera metáfora de su significado.
ResponderEliminarSaludos.