Algo está fallando en el mundo en el que nos ha tocado vivir, cuando nuestros dirigentes, políticos y personas destinadas a liderar los destinos de nuestro quehacer diario y nuestro futuro, son los primeros que tienen un mal comportamiento ético. La corrupción, el fraude, el amiguismo, los intereses partidistas y el “todo vale”, se han instalado en una parte importante de la política, de la empresa y de las finanzas, generando situaciones amorales, que las contemplamos de manera habitual y las admitimos con normalidad. La frontera entre lo legal y lo ilegal, ya no siempre se corresponde con lo moral y lo inmoral, ni tampoco con lo bueno y lo malo para la sociedad.
¿En qué espejo nos podemos mirar los ciudadanos para educar a nuestros jóvenes y niños? ¿Hacia qué forma de vivir y ver la vida, nos estamos dirigiendo? Realmente el futuro es bastante inquietante, como envuelto en una espesa niebla, porque cada vez más, el objetivo es obtener la mayor cantidad de dinero posible, fácilmente y a cualquier precio, salga de donde salga y sea de quien sea. Con engaños, disfrazando la realidad y traicionando los principios de convivencia y justicia más elementales.
Pienso, que el problema no está en la existencia de personajes sin catadura moral, que puede ser una desviación de nuestra propia naturaleza humana, sino en que la sociedad actual, sólo valora y aplaude al triunfador y al poderoso, sin importar que lo haga a costa de los demás, robando sin escrúpulos o mediante malas artes. No tenemos, o al menos no utilizamos, los mecanismos adecuados para eliminar de raíz y de una forma ejemplarizante, todo este tipo de actitudes perjudiciales.
¿En qué espejo nos podemos mirar los ciudadanos para educar a nuestros jóvenes y niños? ¿Hacia qué forma de vivir y ver la vida, nos estamos dirigiendo? Realmente el futuro es bastante inquietante, como envuelto en una espesa niebla, porque cada vez más, el objetivo es obtener la mayor cantidad de dinero posible, fácilmente y a cualquier precio, salga de donde salga y sea de quien sea. Con engaños, disfrazando la realidad y traicionando los principios de convivencia y justicia más elementales.
Pienso, que el problema no está en la existencia de personajes sin catadura moral, que puede ser una desviación de nuestra propia naturaleza humana, sino en que la sociedad actual, sólo valora y aplaude al triunfador y al poderoso, sin importar que lo haga a costa de los demás, robando sin escrúpulos o mediante malas artes. No tenemos, o al menos no utilizamos, los mecanismos adecuados para eliminar de raíz y de una forma ejemplarizante, todo este tipo de actitudes perjudiciales.
Texto: Manolo Torres
Si el musgo (El vegetal más antiguo que existe) los helechos (con millones de años) y esos ecualiptos foráneos hablaran de la opinión que les merece la especie humana; creo que querrian mantenerse en silencio, como hasta ahora para no marchitar sus raices...bellas imagenes, Manolo y una gran reflexión.
ResponderEliminarUn saludo.
Bellos encuadres y preciosos colores. Me encanta como el verde surge de la niebla.
ResponderEliminarUn abrazo,amigo