Muchas veces me pregunto ¿en qué medida tenemos una
personalidad propia y autónoma?, o estamos a merced del viento que más fuerte
sopla, dejándonos llevar por el ambiente y el entorno que nos rodea. ¿Actuamos
según unos principios?, o nos escudamos en esos principios cuando aparentamos y cuando nos interesa, olvidándolos en otros momentos. Las circunstancias que se nos presentan
en la vida y las decisiones que tomamos, no siempre son fáciles y pueden
llevarnos a continuas contradicciones, pero con frecuencia acostumbramos a escoger lo
fácil en vez de lo correcto, lo que nos beneficia en vez de lo justo, lo que
nos gusta en vez de lo conveniente, lo que esperan de nosotros en vez de lo que
necesitamos, ... Solemos proceder de manera diferente según el momento y el sitio, o en función de las personas con las que estamos, presentando mil
comportamientos, mil caras o mil apariencias distintas. Es igual que cuando
miramos esas piedras brillantes de cristal, que según la luz, los elementos y
colores que reflejan, o el ángulo desde dónde las miramos, se muestran
totalmente diferentes.
Texto: Manolo Torres