De vez en cuando, todos necesitamos encontrar algo que nos sirva de alto en el camino, como un banco en el que podamos sentarnos un rato y pararnos a descansar. Descansar del ajetreo diario para aparcar los problemas que siempre nos desbordan. Un tiempo para revisar nuestro día a día, y en el que recapacitemos lo que debemos o queremos hacer y las decisiones que vamos a tomar. Que nos dé la oportunidad de establecer o reorientar nuestros objetivos y aspiraciones, llorando penas o disfrutando de logros y satisfacciones personales. O simplemente, una ocasión en la que nos limitemos en observar los acontecimientos que se producen a nuestro alrededor, como meros espectadores.
Sea cual sea la razón, esos momentos de descanso, nos sirven para reflexionar, para planificar, para preparar, o incluso, para tomar de nuevo el aliento. Resultando casi imprescindibles a la hora de seguir adelante y afrontar los retos, las ilusiones y las circunstancias que nos toca vivir, ayudando a que seamos capaces de sobrellevar las dificultades que constantemente se nos presentan.
Texto: Manolo Torres
Preciosas tomas sobre el banco. Interesante reflexión.
ResponderEliminarMe quedo con las tres primeras, creo que tiene un toque especial.
Me encanta descubrir tu blog, felicitarte y animarte en esta hermosa tarea.
Saludos.
Bellisimas imagenes, Manolo... Y, como siempre, con unas ediciones que impresionan
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Manolo, estas tres primeras imágenes te han quedado ¡geniales! Como siempre el texto en tu línea…. Veo que has estado trabajando……
ResponderEliminarUn cordial saludo desde Barcelona.
Magníficas tomas y de una edición muy bonita.
ResponderEliminarSaludos