Estamos viviendo y atravesando una etapa en la que los días están llenos de incertidumbre. Una época con muchas dudas e interrogantes. Un tiempo en el que las preguntas que nos hacemos respecto al futuro, no tienen una respuesta fácil. Momentos en la historia y en nuestra vida, en los que los horizontes que se nos presentan no quedan claros ni definidos, y aparecen envueltos en sombras y malos augurios.
Sólo el esfuerzo, el sacrificio, la ilusión y el coger el toro por los cuernos, con la voluntad firme de avanzar, son la única esperanza que podemos tener para superarlo todo, y para agarrarnos a ellos como tabla de salvación.
Sin embargo, es muy triste y doloroso mirar a lo que estamos renunciando, y especialmente, ver todas las victimas que está dejando la crisis, con un sinfín de personas sin trabajo, sin vivienda y en condiciones precarias para alimentarse. Más aún, cuando los responsables y culpables máximos de esta situación, siguen disfrutando de sus privilegios y de las rentas obtenidas, sin que la Justicia sea capaz de hacer justicia, y consiga depurar todas las responsabilidades.
Texto:
Manolo Torres