Viendo unas fotos de una flor en las que está como flotando en el cielo, me puse a pensar en que a diario nos encontramos con una gran cantidad de espejismos, que parecen reales y que pueden estar llenos de encanto y atractivo, pero que nos presentan una imagen falseada de lo que estamos viendo.
Constantemente vivimos momentos y practicamos comportamientos, que alteran la naturaleza de las cosas y disfrazan lo que nos rodea. La hipocresía, la falsedad, la amistad interesada, el guardar las apariencias o el ignorar y ocultar los problemas, son algunos de los ejemplos que nos pueden crear una sensación aparente muy distinta de la que es.
Se dice que no hay más ciego que el que no quiere ver, o que el que sólo ve lo que le interesa, pero solemos caer en esa situación más fácilmente de lo que pensamos. Por eso, es bueno que de vez en cuando, hagamos un ejercicio de reflexión interna y nos enfrentemos con la realidad, limpiándonos los ojos con los que vemos las cosas, mirando desde otros puntos de vista, sin apasionamientos, sin suposiciones ni prejuicios, y con la mayor imparcialidad y profundidad posible.
Texto: Manolo Torres
Entradas anteriores: