sábado, 25 de febrero de 2012

El pedestal de las estatuas

Sé, como nadie, de qué está hecho el pedestal de las estatuas: de abusos, sangre, llanto y muertes, unos; de soberbia, desprecios y avidez, otros; de negación a la vida, los demás.
………………
He estado demasiado cerca del poder, de cualquiera, como para creer en él. Lo he tenido; me ha manchado las manos; he hurgado en sus entrañas; me salpicó los vestidos más caros, que son los que debe uno ponerse cuando se va a hacer el daño verdadero... No creo en la generosidad del poderoso; sin embargo, no he deseado en mi vida otra cosa que serlo.

Texto: Antonio Gala, del libro “El pedestal de las estatuas”
(supuesto relato de Antonio Pérez, Secretario de Felipe II)


 


Entradas anteriores:

         


sábado, 18 de febrero de 2012

El pueblo

Tras recorrer un largo y complicado camino, llegué al pueblo cuando faltaba poco para las tres de la tarde. Era verano, hacía calor y las calles estaban solitarias, pero tuve suerte al encontrar una pequeña taberna en la que me sirvieron un bocadillo y una bebida no demasiado fría. Cuando salí y me di una vuelta por el lugar, sentí la sensación de haberme trasladado en el tiempo a muchos años atrás. No había coches, la tranquilidad era absoluta y el entorno era tan rústico, que parecía casi hecho a propósito para una película de época. Me quise imaginar en lo distinta que sería mi vida de haber nacido en aquel ambiente, y en las oportunidades que posiblemente me habría perdido en un sitio que parecía como olvidado y alejado de la civilización. Aunque después de pensarlo más detenidamente, saqué como conclusión que con un estilo de vida más sencillo y menos ajetreado, quizá tendría la posibilidad de disfrutar mejor de los pequeños detalles cotidianos y valorar más las cosas importantes de la vida. Sin desperdiciar mi tiempo, mi esfuerzo y mi interés, en la montaña de superficialidades que nos ahoga día a día.

Texto: Manolo Torres




Entradas anteriores:

         


martes, 7 de febrero de 2012

Miles de ojos te vigilan (El Gran Hermano)

Sólo hay que ver las noticias, seguir los avances tecnológicos y analizar la situación en la que estamos viviendo, para comprobar que nuestra intimidad personal día a día es menos “íntima”, y que estamos siendo examinados y manipulados sin que apenas nos demos cuenta de ello ni nos importe. Nos guían a cómo tenemos que pensar, qué debemos hacer o qué necesitamos comprar, con la falsa apariencia de que somos ahora más libres que nunca y que podemos elegir. Los ordenadores, las redes sociales y las telecomunicaciones controlan crecientemente nuestra vida. Todo queda grabado y archivado en algún sitio: emails, llamadas y mensajes telefónicos, movimientos bancarios y de ocio, Whatsapp, Google, Facebook, Apple, …., prácticamente no hay nada que hagamos o digamos que no deje rastro y no se guarde. Además, no sabemos qué se hace con esa información, ni en manos de quién está o pueda caer en un futuro. Cada vez estamos más desprotegidos contra todo y contra todos, y más vigilados por miles de ojos que nos observan y lo saben todo de nosotros: dónde estamos, nuestros gustos, nuestra economía, nuestra vida privada, nuestros problemas, lo que hacemos, lo que queremos hacer, ….  Estamos acercándonos poco a poco, a pasos agigantados y de una manera sofisticada, al control absoluto del “Gran Hermano” que George Orwell describía en su libro “1984”. 

Texto: Manolo Torres






Entradas anteriores: